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"...Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os
engañe. Porque vendrán muchos en
mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis de
guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que
todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación
contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en
diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores." (Mateo
24:4-8)
Cuando a una mujer que
está a punto de dar a luz le comienza los dolores de parto, o sea, las
contracciones se hacen cada vez más intensas y más seguidas; esto indica con
toda seguridad la llegada de un nuevo bebe. Aquella fue la analogía que
Jesús utilizó cuando sus discípulos le hicieron las siguientes tres preguntas
proféticas: (1) ¿Cuándo serán “estas cosas” (la destrucción del templo)?
(2) ¿Qué señal habrá de “tu venida” (la segunda venida, no el rapto en sí)? (3) ¿Y
qué señal habrá del fin del siglo?
Realmente la primera (la
destrucción del templo) fue la que les causó curiosidad por saber las otras dos.
Ya que Jesús insinuó esta conversación aludiendo proféticamente a la
destrucción del templo, lo cual ocurriría en el año 70 después de Cristo. No
obstante sus discípulos se interesaron por saber todo lo que vendría después,
hasta el establecimiento del reino mesiánico. Por eso Jesús no duda en
contestar sus inquietudes proféticas con algunos detalles quizás... lamentables y horrorosos pero
indudablemente ciertos.
La segunda y tercera
preguntas realmente son contestadas con la misma respuesta. Ya que la segunda
venida de Cristo deja por hecho el fin del siglo y el comienzo de un nuevo
siglo, lo cual es descrito en la Biblia como… mil años del gobierno de Cristo
sobre la tierra, lo cual tomará lugar desde el mero centro del mundo, Jerusalén.
Pero antes de que este
glorioso acontecimiento suceda, la tierra y toda la humanidad experimentará lo que Jesús asemejó con lo que son los dolores de parto de una mujer que está a punto de dar a luz; es decir, no hay vuelta atrás. Ya no se puede hacer nada al respecto. Tal como en la naturaleza biológica del embarazo de la mujer, cuando comienzan los fuertes dolores al finalizar el noveno mes, el parto viene porque viene. Lo
establecido se cumplirá y nadie podrá cambiar el destino de lo que vendrá sobre
la tierra. No hay ninguna oración por la paz mundial, ni por los gobernantes,
ni por la unidad o hermandad global. No hay nada ni nadie
quien pueda cambiar o cancelar lo que Jesús mismo profetizó acerca de lo que vendría sobre
el mundo entero.
Realmente por lo único que se debe orar, y con gran pasión, es por las almas que no conocen el evangelio de Jesucristo; para que tengan un verdadero encuentro con Dios antes de que sea
demasiado tarde. Creo que hoy día no es muy difícil tratar de comprobar que las profecías de Mateo 24:4-8 se están cumpliendo. Hace ya rato que las estamos viviendo, solo basta ver los noticieros nacionales e internacionales para darnos cuenta de la realidad profética que el mundo ha estado experimentando. No obstante, lamentablemente hay muchos, incluso "cristianos" que prefieren el entretenimiento y meter la cabeza en la arena de la ignorancia como el avestruz y se quedan callados para no ser criticados y señalados por los incrédulos.
Definitivamente es tiempo de despertar ante los dolores de parto. Que las fuertes pataletas del bebé que esta pronto a nacer cause el abrir de los ojos
espirituales de muchos para reconocer los tiempos en que estan viviendo, anticipando y sabiendo que las situaciones adversas continuarán. Los pequeños juicios que ya hace algunos años se han estado vislumbrando a través del panorama mundial no van a mejorar
sino más bien empeorarán. Aunque aquello suene bastante alarmante y lamentable, es la verdad bíblica y profética actual; el que crea lo contrario facilmente será engañado por el espíritu del anticristo que ha estado en acción desde el jardín del Edén; y tan pronto terminen los principios de dolores, se manifestará para engañar a toda la humanidad. Así que no seas una víctima y puedas escapar por tu alma. Cristo viene pronto por su novia, la novia del cordero y verdadera iglesia. ¡Ven pronto Señor Jesus! ¡Amén!