Según
1ra de Crónicas 12:32, la Palabra de Dios dice que de los hijos de Isacar habían doscientos principales entendidos en los tiempos. Estadísticamente
hablando, tomando en cuenta la población total de todas las doce tribus de Israel, aquellos
doscientos de la tribu de Isacar solo representaba un pequeño porcentaje del
pueblo de Dios de aquel tiempo. De igual manera, actualmente, el porcentaje del
pueblo de Dios que es entendido en los tiempos y conocedor de la hora profética
que estamos hoy vivimos, tristemente también es un porcentaje muy
pequeño.
Quizás
esto es debido a que muchos de los predicadores modernos de los tiempos actuales tienden a
omitir el tema apocalíptico. A pesar de que dentro de sus mensajes y
enseñanzas desarrollan muchos temas bíblicos e importantes, no obstante el tema profético es casi evadido por completo. Después de analizar algunos de sus énfasis doctrinales, podemos concluir que aquello posiblemente es debido a una o más de las siguientes razones.
Primeramente parece que algunos ya ni creen en el rapto de la iglesia, y tienen la osada y falsa esperanza de creer que la iglesia
exitosamente establecerá el reino de Dios sobre la tierra, descartando así la
necesidad de juicios apocalípticos, como si Dios se hubiera equivocado
revelando tanta “posible” destrucción sobre el mundo; como si los escritores como Ezequiel, Daniel
y Juan estuvieran describiendo solo una posibilidad y no una realidad irremediablemente destinada para el mundo. Aunque es verdad que Dios en muchas ocasiones a enviado palabras de juicio en forma de advertencia para que el hombre se arrepienta y así no tener que oprimirlos; mas en el contexto de las profecías del tiempo final, el arrepentimiento solo servirá de forma individual. Es decir, en este tiempo Dios ya no esta lidiando con un pueblo en conjunto, sino con individuos personalmente. O sea, independientemente a sus iglesias, denominaciones, o asociación familiar cada cual debe buscar de Dios (no a su manera sino en espíritu y en verdad) para ser guardados del juicio venidero.
También hay quienes… aunque supuestamente sí creen en la
veracidad del tema profético final, prefieren no tocarlo porque consideran que
aquello puede crear un sentido de escape en el creyente;
causando así que muchos se vuelvan irresponsables y se despreocupen
por la misión o visión de su iglesia o ministerio. O sea, muchos tienen el
concepto de que si se enseña que... "el fin se acerca y Cristo viene
pronto" aquello puede afectar el apoyo económico de muchos de sus fieles
dadores a la... "obra de Dios."
Por
otro lado hay quienes consideran que el tema apocalíptico es muy negativo, y por lo tanto creen que solo hay que enseñar a cerca de... "como
ser un buen cristiano," ya sea que ocurra o no ocurra un rapto, sea que
Cristo venga o no venga, no importa porque lo más importante es
ser salvo. Esta última razón quizás suene bastante lógica e inteligente, sin embargo la mayoría
de los que piensan de esta forma generalmente tienden a tener una vida espiritual muy superficial y fría; ya que aman tanto las cosas pasajeras de este mundo que por lo general no tienen
tiempo para buscar a Dios íntimamente, y no saben como oír lo que el Espíritu Santo le esta diciendo a la amada novia del Cordero. La cual debe de tener sus oídos sensiblemente afinados para poder oír el sonido de trompeta que pronto ha de sonar.
Volviendo
a considerar las estadísticas numéricas, se calcula que casi un treinta por ciento de la Biblia es de
contenido profético, y además, el setenta por ciento del canon bíblico fue escrito
por un profeta de Dios. Y solo basta analizar cada libro para darnos cuenta que Dios siempre ha querido que su pueblo sepa de ante mano lo que ha de
acontecer en el futuro. Es decir, podemos concluir que el tema profético es
de suma importancia para Dios. Ya que esa ha sido su forma predilecta que Dios ha utilizado para manifestarse al hombre desde Genesis hasta Apocalipsis, y … ¿quien podrá oponerse a su voluntad?
"Yo oí, pero no pude entender. Entonces dije: Señor mío, ¿cuál
será el resultado de estas cosas? Y él respondió: Anda, Daniel, porque
estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin. Muchos serán
purificados, emblanquecidos y refinados; los impíos procederán impíamente, y
ninguno de los impíos comprenderá, pero los entendidos comprenderán." (Daniel 12:8-10)
"Bienaventurado el que lee, y los que oyen las
palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el
tiempo está cerca." (Apocalipsis 1:3)
Entre
más nos vamos acercando al cumplimiento del tiempo profético final, más es la
actividad demoniaca del príncipe de las tinieblas de este mundo. Más es su astucia cegando y subyugando a sus
seguidores con su densa oscuridad. Pero los entendidos en los tiempos debemos
de saber discernir lo que está sucediendo en el mundo espiritual para no ser confundidos, sino más bien despertar
a la iglesia y advertirle a la humanidad todo lo que pronto vendrá sobre la faz
de la tierra. Por lo tanto... hoy el llamado divino es de gran urgencia para dirigir hacia la
luz de Jesucristo a todo aquel que busca una respuesta y una luz en medio de tanta oscuridad
espiritual que continuamente vemos a través del mundo entero.
La
luz profética de la Palabra de Dios cada vez nos habla con mucha más claridad.
Bajo la revelación del Espíritu Santo, su palabra revelada nos señala lo
cercano que estamos del cumplimiento apocalíptico; por lo tanto es apremiante
que el pueblo de Dios camine en su voluntad divina como nunca antes, sabiendo que el
tiempo que nos queda para cumplir lo que nos ha sido encomendado es... relativamente corto.
Cada vez hay más y más actividad demoniaca escondida detrás del mundo socio-político, tecno-científico, y aun... religioso. Por lo tanto, como hijos de Dios, es nuestro deber conocer como todo aquello se relaciona y confirma lo que fue profetizado hace miles de años, y cuál es la hora que estamos viviendo en el reloj profético de nuestro Padre Celestial; y así poder declarar las verdades proféticas con precisión y autoridad. El fin cada vez está más cerca, por eso muchas de las cosas que el mundo continuará
experimentando en las áreas mencionadas no son meras casualidades sino pruebas irrefutables que poco a poco está llevando a cabo el cumplimiento de todo lo que fue profetizado por Jesucristo, los apóstoles,
y los profetas del Antiguo Testamento.
"En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que vela
sobre los hijos de tu pueblo. Será un tiempo de angustia cual nunca hubo desde
que existen las naciones hasta entonces; y en ese tiempo tu pueblo será
librado, todos los que se encuentren inscritos en el libro. Y muchos de los que
duermen en el polvo de la tierra despertarán, unos para la vida eterna, y otros
para la ignominia, para el desprecio eterno. Los entendidos brillarán como el
resplandor del firmamento, y los que guiaron a muchos a la justicia, como las
estrellas, por siempre jamás. Pero tú, Daniel, guarda en secreto estas palabras
y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y
el conocimiento aumentará." (Daniel 12:1-4)
"El avisado ve el mal y se esconde; Mas los simples pasan y llevan el daño." (Proverbios 27:12)