Hoy Dios está
levantando mega iglesias alrededor del mundo, mas no es porque él quiere hacer
sobresalir a los siervos que tienen el privilegio de dirigir aquellas
congregaciones numerosas sino por amor a las almas que están siendo rescatadas
de las tinieblas a la luz del conocimiento del evangelio de Cristo. Aunque es cierto que algunos de sus siervos se están
enorgulleciendo por el inmenso resultado de su labor, ellos solo tendrán que
rendirle cuenta a Dios y no a los hombres. Pero además, Dios también está usando
esto para probar el corazón de muchos de
sus otros siervos que miran desde afuera de aquellos mega ministerios. Y como
resultado, tal como sucedió entre Caín y Abel, la envidia y el odio se está manifestando en el corazón de muchos “siervos” que continuamente andan buscando el error mas
mínimo del pastor privilegiado para apuntarle con el dedo acusador, olvidando lo que la palabra de Dios dice con
respecto a esto.
"Entonces respondiendo Juan, dijo: Maestro, hemos visto a uno que
echaba fuera demonios en tu nombre; y se lo prohibimos, porque no sigue con
nosotros. Jesús le dijo: No se lo prohibáis; porque el que no es contra
nosotros, por nosotros es. Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser
recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén. Y envió mensajeros
delante de él, los cuales fueron y entraron en una aldea de los samaritanos
para hacerle preparativos. Mas no le recibieron, porque su aspecto era
como de ir a Jerusalén. Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron:
Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y
los consuma? Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no
sabéis de qué espíritu sois;" (Lucas 9:49-55)
A
muchos se les ha olvidado que Dios es el que pone y quita a los que están en
eminencia. Por lo tanto no se deben de preocupar ya que Dios sabe lo que hace.
Solo debemos de orar unos por otros y dejar que Dios haga su obra como Él quiere.
Pues hay suficiente pecadores en el mundo para seguir rescatando, y Dios va
usar al que él quiera porque lo que más le importa a Dios son las almas, y no la opinión
de los que se creen llamados a depurar la iglesia como si fueran el Espíritu
Santo. Es el tiempo final y la cosecha está lista, solo faltan trabajadores y obreros
que conocen el corazón del Dios al que dicen conocer y servir.
Aunque el diablo ha estado metiendo la mundanalidad en la iglesia, y hoy
abunda el pecado como nunca antes; no obstante, la gracia de Dios ha de
sobreabundar también como nunca antes, pues eso es lo que el amado ha prometió
a su novia amada para el tiempo final; la cual está siendo preparada para
brillar en medio de las tinieblas. Y entre más densa sean las tinieblas, más se
notará la diferencia entre la luz de Cristo y las tinieblas del diablo. Y si
Dios tiene que sacudir a su iglesia y traer juicio sobre la humanidad, Él lo hará
sin pedirle permiso o la opinión de nadie; pues Dios va hacer lo que tenga que
hacer para cumplir lo que prometió. Sin lugar a dudas Él ha prometido y cumplirá
lo que proféticamente se conoce como la lluvia tardía y la gloria postrera
(según Joel 2 y Hageo 2).
"Tocad trompeta en Sion, y
dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la tierra, porque
viene el día de Jehová, porque está cercano. Día de tinieblas y de oscuridad,
día de nube y de sombra; como sobre los montes se extiende el alba, así vendrá
un pueblo grande y fuerte; semejante a él no lo hubo jamás, ni después de él lo
habrá en años de muchas generaciones." (Joel 2:1-2)
"Delante de él temblará la
tierra, se estremecerán los cielos; el sol y la luna se oscurecerán, y las
estrellas retraerán su resplandor. Y Jehová dará su orden
delante de su ejército; porque muy grande es su campamento; fuerte es el que
ejecuta su orden; porque grande es el día de Jehová, y muy terrible; ¿quién
podrá soportarlo?" (Joel 2:10-11)
"Y después de esto derramaré
mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas;
vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también
sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días. Y
daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo.
El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día
grande y espantoso de Jehová." (Joel 2:28-31)
"Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a
poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; y
haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y
llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mía
es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos. La
gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los
ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos." (Hageo 2:6-9)